Melbourne, capital del estado
de Victoria, es una de las ciudades más importantes de Australia, sin
olvidar Sydney. Tanto es así, que de 1901 a 1927 fue la capital del país, hasta
que se trasladase posteriormente a Canberra, una urbe construida expresamente
para convertirse en el núcleo gubernamental australiano. Además de su belleza,
que muchos asemejan con otras capitales europeas, ha sido nombrada en numerosas
ocasiones como una de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo, y es
que en Melbourne puedes encontrar y hacer casi cualquier cosa. El único
inconveniente que tiene es el tiempo, cuenta con un clima bastante inestable
que hace que en un día se puedan vivir las cuatro estaciones.
En cuanto a su disposición, el río Yarra divide a Melbourne en dos partes. En la margen superior
es donde se encuentran los principales atractivos y visitarlo es bastante
sencillo ya que a pesar de ser una ciudad de tamaño medio, el uso del
transporte público es gratuito en la zona, por lo que se puede elegir recorrerlo
a pie o en tram. Recomendaría empezar el tour por Federation Square, una plaza donde tienen lugar la mayoría de los
eventos sociales que acoge la urbe y donde están ubicados edificios como el de Ian Potter, mayor galería de arte
australiano; o el ACMI (Australian Centre for the Moving Image), un centro dedicado a promocionar el arte en
los medios digitales, el cine y la televisión a escala nacional e
internacional. La entrada a ambos es gratuita.
Federation Square
Vistas desde la plaza
Edificio Ian Potter al final
ACMI
Y desde Federation Square se divisa la imponente
fachada de la estación de trenes de
Flinders Street, construida en 1910. Hoy en día es uno de los principales
puntos de encuentro para la gente que vive en Melbourne, así como para los que
la visitan. Justo enfrente de la misma está la catedral neogótica de San Pablo, sede de la Diócesis Anglicana, a
la que merece la pena entrar. Dejando atrás la catedral, por la calle Swanson,
se empieza a apreciar el arte callejero de la ciudad y se llega hasta la sede del ayuntamiento, reconocida
fácilmente por su torre del reloj, llamada torre del Príncipe Alfred.
Flinders Street Station
St Paul Cathedral
Ayuntamiento
Lo mejor para descubrir esta zona es perderse por sus
calles, llegando a lugares como Chinatown,
o los lanes y arcades, pequeñas vías
peatonales que se han hecho populares gracias a su arte urbano. Las más destacadas
son la de ACDC, Harward, Hosier o Royal.
Además de las pintadas, los lanes y arcades cuentan con restaurantes y bares
con mucho encanto que te harán enamorarte de Melbourne. Y es que la gastronomía
es otro de los puntos fuertes de la capital de Victoria, ofrece una gran
variedad de comida procedente de distintos países del mundo en entornos muy peculiares.
Si en vez de comer a pie de calle se prefiere hacerlo en las alturas, hay
innumerables terrazas rooftop desde las que se puede ver el centro financiero
con otro punto de vista.
Yo recomiendo subir a Rooftop Cinema, para comer una buena hamburguesa y acompañarla con
una sangría, o si echáis de menos la comida española, el restaurante Bomba (no esperéis comer como en casa, recordad que
estáis a miles de kilómetros).
Chinatown
Lanes
ACDC Lane
Royal Lane
Rooftop Cinema
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