La terraza del hotel AC de Málaga se encuentra en el 15º piso del edificio. Está situado junto a la catedral y las vistas son impresionante...
Continuamos andando por el margen del río para llegar
hasta el Parque de María Luisa, el
parque más famoso de la ciudad con una superficie de 40 hectáreas. Estos
jardines formaban parte del espacio privado del Palacio de San Telmo,
construido en 1682 para instalar la sede del colegio-seminario de la
Universidad de Mercaderes y que fue adquirido en 1849 por Antonio de Orleans y
Luisa Fernanda de Borbón, duques de Montpensier, que lo convirtieron en su
residencia oficial. En 1893, la infanta María Luisa Fernanda de Borbón decidió
donar los jardines a la ciudad de Sevilla.
En el interior del parque se encuentra la Plaza de España, construida en 1929
con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Su arquitecto fue el
sevillano Aníbal González y la primera piedra de la plaza fue colocada por Alfonso XIII de Borbón, rey de España desde
su nacimiento hasta la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931.
Este conjunto arquitectónico, de forma semielíptica, tiene una superficie de
50.000 metros cuadrados y está bordeado por un canal (que puede ser recorrido
en barquitas por cinco euros) atravesado por cuatro puentes que representan los
cuatro antiguos reinos de España (Castilla, León, Navarra y Aragón). En las
paredes de la plaza se pueden ver 48 bancos que simbolizan a las 46 provincias
españolas peninsulares (todas menos Sevilla y las Islas Canarias y Baleares).
Al encontrar el banco de Santander y después del gran paseo que nos habíamos
dado, decidimos sentarnos a descansar en “nuestra ciudad”.
Volvimos a casa a seguir descansando ya que después
habíamos quedado para ir a cenar y pasamos por delante del Costurero de la Reina, un pequeño edificio con forma de castillo
que antiguamente estaba incorporado al Parque de María Luisa y que en la
actualidad es utilizado como Oficina Municipal de Información Turística del
Ayuntamiento. Nos llevaron a cenar a un restaurante situado en la Alameda, un bulevar alternativo que
suele tener un gran ambiente tanto de día como de noche. El restaurante se
llamaba Nikkei, y ofrecía una mezcla
de comida entre japonesa y peruana. Estaba todo buenísimo y os recomiendo que
si vais pidáis cebiche mixto o huevo cocinado a bajas temperaturas con salsa de
boletus.
Después de cenar nos enseñaron la Caja Negra, un bar en el que puedes
disfrutar de música en directo y en el que los lunes toca el Pájaro, un gran
artista de la ciudad. Posteriormente fuimos a tomar algo a la Plaza de la Alfalfa, donde desde mediamos del siglo XIX, se realizaba el
mercado de la Alfalfa que consistía en la compra-venta de animales. Esta plaza
está situada cerca de la Plaza del
Salvador, donde se encuentra la iglesia de mismo nombre y que está
constituida como la segunda iglesia más grande de la ciudad después de la
catedral.
Iglesia del Salvador
La Plaza Nueva
es otro de los espacios que merece la pena visitar (como todo en Sevilla). Está
presidida por el monumento al rey Fernando III de Castilla y en ella se
encuentra el Ayuntamiento de Sevilla, que es mitad neoclásico, mitad
plateresco. Por último, para despedirnos de Sevilla, fuimos a cenar en compañía
de Neli y su marido a un bar llamado Alfakeke. Su dueño es francés y por ello el
bar es una fusión entre la comida francesa y la española. Unos grandes días en
Sevilla, ciudad a la que volveré dentro de poco sin dudarlo.
Puerta del León y la muralla
Palacio mudéjar de Pedro I
Patio de Banderas
Plaza Nueva
Fachada neoclásica del Ayuntamiento de Sevilla
Continuamos andando por el margen del río para llegar hasta el Parque de María Luisa , el parque más famoso de la ciudad con una...
Entre trabajo y trabajo he decidido tomarme unos días
de desconexión y me he ido a Sevilla
con mi prima francesa Jeanne que está haciendo el Tour Europeo de Voluntariado, si no lo conocéis os recomiendo que
os metáis a ver la página web y la de Facebook.
Cogí el autobús desde Málaga el sábado por la tarde con
la compañía Alsa y llegué a Plaza de
Armas, donde había quedado con Jeanne. Allí nos esperaba Neli, una amiga de
mi tía que nos acogió como si estuviésemos en nuestra propia casa. Dejamos las
maletas y nos fuimos a cenar por y ahí y posteriormente de fiesta con Manu, un
amigo sevillano que estuvo de Erasmus conmigo. Manu, como buen anfitrión, nos
llevo de bares y después a la discoteca
Antique, una de las más grandes de Sevilla.
El siguiente día lo aprovechamos para hacer turismo y
conocer la ciudad. Lo primero que vimos fue el imponente Metropol Parasol de la Encarnación, o como muchos lo llaman, las
setas, ya que la forma recuerda a la de estos hongos. Esta estructura,
construida en madera y diseñada por el arquitecto berlinés Jürgen Mayer, se
encuentra en la Plaza de la Encarnación
y se empezó a construir en el año 2005. Además del mirador que posee y desde el
que se puede ver la ciudad entera, en su interior alberga pequeños comercios y el
Museo Antiquarium, el yacimiento
arqueológico más importante que se conserva en Sevilla de la época romana.
Callejeando conseguimos llegar hasta la Catedral de Santa María de la Sede, catedral
gótica cristiana con mayor superficie del mundo. Se dice que la construcción se
inició en 1401 tras la demolición de la Mezquita Aljama, de la cual se
conservan los dos tercios del alminar (La
Giralda) y el Patio de los Naranjos. Sobre los dos tercios de la torre y
durante la época cristiana, se construyó el campanario y en la cúspide se
colocó el Giraldillo, una estatua
que sirve como veleta y que hizo que el antiguo alminar recibiese el nombre de
la Giralda. Tiene una altura de 98,5 metros, 104 con el Giraldillo, que durante
siglos le hicieron ser la torre más alta de España. Se puede acceder a ella por
7,5 euros.
Comimos en el Restaurante La Giralda, desde donde
podíamos seguir viendo la gran torre. También nos recomendaron ir al
Restaurante Blanco Cerillo, en Calle Tetuán, a probar el adobo, pero estaba
cerrado. Después de llenar el estómago seguimos la ruta y caminamos hasta la Torre del Oro, situada en el margen
izquierdo del río Guadalquivir. Tiene
una altura de 36 metros y está formada por tres cuerpos. El primero fue
construido entre 1220 y 1221 por el gobernador almohade de Sevilla, Abù I-Ulà.
El segundo cuerpo fue mandado construir por Pedro I el cruel en el siglo XVI y
la última parte fue construida en 1760 por Sebastián Van der Borcht, arquitecto
e ingeniero militar del ejército español.
Entre trabajo y trabajo he decidido tomarme unos días de desconexión y me he ido a Sevilla con mi prima francesa Jeanne que est...