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De maleta en maleta cumple dos años!!
11.4.15
‘De maleta
en maleta’ cumple dos años!!!! Todo empezó
como un simple entretenimiento durante mi estancia Erasmus en Milán. Viajar siempre
había sido mi mayor pasión e Italia me dio la oportunidad de estar
prácticamente doce meses sin parar, de un lugar a otro. Recuerdo el mes de
febrero de 2013 como uno de los meses en los que más sitios estuve: fui al
carnaval de Venecia, recorrí el norte del país, cogí un avión hasta París para posteriormente
reunirme con mis amigas de toda la vida en Ámsterdam y después, como siempre al
terminar cada viaje ese año, regresé a Milán.
Como habréis podido observar todos aquellos que me
seguís desde hace tiempo, Milán es
una ciudad muy importante para mí. Un lugar en el que pude comprobar lo que significaba
la palabra amistad, en el que crecí como persona gracias a los viajes que
realicé y a todas las experiencias que viví y en el que aprendí a decir adiós a
cosas que desearías que siguiesen de la misma manera toda la vida, y hola a
esas nuevas vivencias que si bien al principio asustan, luego pasan a formar
parte de ti y la historia hola-adiós se vuelve a repetir dejándote con un sabor
de boca bastante agridulce. Un sabor al que acabas acostumbrándote, porque es
el precio que hay que pagar por viajar, por cambiar de lugar y por salir una y
otra vez de la zona de confort.
Durante esos primeros meses fueron muchas las veces
en las que me invadieron las dudas. Había momentos en los que me sentaba
delante del ordenador y me planteaba si de verdad merecía la pena pasarse una o
dos horas escribiendo un post que no sabía si la gente iba a leer, si les iba a
gustar o lo más importante, si les iba a ser de ayuda. Pero detrás de todo esto
estaba mi madre, como siempre y como todas las madres, animándome a que no lo
dejase, a que no me diese por vencida y asegurándome que los frutos empezarían
a llegar tarde o temprano.
Y así fue, las madres siempre tienen razón. Los primeros
resultados empezaron a llegar en forma de mensajes y correos electrónicos. La gente
comenzaba a reconocer mi trabajo y a darme las gracias por los consejos. Esa gente
sois vosotros, el grupo de seguidores de ‘De maleta en maleta’, los que con
vuestros likes, vuestras preguntas y
vuestros comentarios me habéis hecho llegar hasta aquí.
Dentro de este grupo se encuentran también las
amistades que hice un año más tarde en Málaga.
Después de vivir en Milán decidí conocer un año la vida del sur de mi país,
bastante distinta a la que había vivido hasta entonces en Santander y Bilbao, mis
ciudad natales, sí, soy 50% santanderina, 50% bilbaína. Estas amistades han
estado apoyándome desde el primer día que les envíe la solicitud para que
diesen a ‘Me gusta’ en el blog, siempre con alguna pregunta acerca de él,
compartiendo los contenidos o simplemente ayudándome a ir hacia delante diciéndome:
“Manuela, vas a llegar lejos”.
Y entre feria de Jáen, carnavales de Cádiz, feria de
Sevilla, viajes a Córdoba, días de playa inmejorables, pescaíto en Pedregalejo…
empezaron a caer otro tipo de frutos. Los medios de comunicación se empezaban a
interesar por el blog y fueron varios los que me entrevistaron para que contase
cómo era tener una web de viajes y lo difícil que muchas veces resultaba
alimentarla. Al fin y al cabo un blog es algo que hay que alimentar si no
quieres que se deteriore y caiga en el olvido. En ese momento también me di cuenta de lo importante que es saber
llevar bien las críticas y no hundirse a la primera de cambio, que todo tipo de
comentario negativo sólo tiene que causar un efecto en ti y es el de darte más
fuerza para continuar, cambiar aquello que creas que está mal y seguir
creciendo una y otra vez.
Me inicié en el mundo blogger cuando todavía era un
proyecto de periodista, y hoy, dos años más tarde os escribo con el título
debajo del brazo, con nuevas metas en el horizonte y desde la otra parte del
planeta: Australia. He pasado ocho meses en mi casa, con mi familia y amigos y
durante ese período he podido cargar todas las pilas para dar lo mejor de mi y
haceros partícipes de esta nueva aventura que estoy segura que va a ser una de
las más importantes de mi vida. No sé dónde estaré el año que viene, desde que
ciudad os estaré escribiendo, lo que sí sé es que lo volveré a hacer de nuevo
para repetiros una y otra vez que sois el empujón que me hace falta para no
dejar de escribir, y mucho menos, de viajar.
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