Como no podía ser para menos estando viviendo en
Italia, el pasado mes de enero fuimos a visitar Roma. Fuimos en avión ( por 16
euros ida y vuelta) a las 6 de la mañana y llegamos al aeropuerto de Roma
Ciampino sobre las 7. Cogimos un autobús hasta la estación de Termini ( tienen
un coste de 4 euros por trayecto) y buscamos nuestro Bed and Breakfast, llamado
Independence Square. Allí nos
alojamos cuatro noches con desayuno incluido.
Al tener el vuelo tan temprano, no dormimos nada y al
llegar estábamos tan cansadas que decidimos quedarnos a descansar hasta el
medio día. Ya descansadas nos acercamos a Termini y sacamos un bono del metro,
por 21 euros toda la semana. No lo recomiendo pues cogimos el metro en contadas
ocasiones, ya que lo bonito es verlo a pie y las distancias no son muy grandes,
y por lo tanto no amortizamos el ticket.
De Termini
fuimos a Piazza Spagna, una de las
plazas más famosas de Roma y siempre llena de gente. Recibe este nombre porque
fue regalada por Fernando el Católico. Entre las cosas más destacadas que
podemos encontrar en esta plaza están:
-
la escalinata: de 135 peldaños, fue inaugurada por el Papa Benedicto XIII con ocasión
del Jubileo de 1725. Diseñada por Alessando Specchi y Francesco de sanctis
y decorada con numerosas terrazas jardín
que se adornan en primavera y en verano con distintas variedades florales. Ha sido escena en muchas
películas famosas como por ejemplo “ Vacaciones en Roma” interpretada por
Audrey Hepbourn y Gregory Peck.
-
La Iglesia Trinità dei Monti: la primera pare fue construida entre 1502 y 1519 en
estilo gótico. A esta nave se le añadió posteriormente un nuevo edificio con
una fachada adornada por dos campanarios simétricos, obra de Giacomo della
Porta y Domenico Fontana. Finalmente fue consagrada en 1585 por Sixto V.
-
La Fontana della Barcaccia: obra de Pietro Bernini finalizada en el año 1627 y
según se dice, inspirada por la llegada de un barco en la inundación del
Tíber en 1598.
Las vistas desde lo alto de la escalinata son muy
bonitas. Después y sin rumbo alguno, cogimos la Vía Condotti, una de las calles más comerciales, llena de tiendas
de ropa, joyas, zapatos…
Y callejeando nos dejamos llevar hasta el Monumento a Vittorio Emanuele II, un
imponente edificio situado en Piazza Venezia. Fue inaugurado en 1911 para
render homenaje a Vittorio Emanuele II, primer Rey de Italia tras su
unificación. Desde 1921, este monumento, acoge la tumba de un soldado
desconocido, un lugar en el que brilla la llama eterna y que se encuentra
siempre custodiado por dos soldados. Tiene en lo alto una terraza panorámica, a
la que se puede acceder por 7 euros.
Desde este monumento, fuimos a la Piazza della Rotonda, donde se
encuentra el Panteón de Agripa, una
de las obras maestras de Roma y el edificio mejor conservado. La construcción
fue en el año 126 d.C. A principios del siglo VII fue donado al Papa Bonifacio
IV que lo transformó en una iglesia. Es un edificio circular que mide lo mismo
de diámetro que de altura: 43,30 metros. En el centro de la cúpula se abre un
óculo de 8,92 metros que permite que pase la luz natural. En su interior se
encuentran las tumbas de muchos reyes de Italia y numerosas obras de arte.
Dejando atrás la Piazza de la Rotonda, fuimos a Piazza Navona, de estilo barroco y una
de las más bonitas de la ciudad. En ese emplazamiento se encontraba
antiguamente ( año 86) el estadio Domiciano, con espacio para 30.000 personas,
en el que los ciudadanos romanos disfrutaban de los juegos atléticos griegos.
En la actualidad, se encuentran tres
fuentes construidas bajo el mandato de Gregorio XIII Boncompagni, uno de los
Papas de la Iglesia Católica. Las fuentes tienen el nombre de: Fonta
dei Quattri Fiumi, Fontana del Moro y Fontana del Nettuno.
Después de estar sentadas un rato admirando las tres
fuentes, decidimos ir a pasear por las orillas del Río Tíber y como estaba anocheciendo, el cielo y el paisaje era
como de postal ya que al fondo se podía apreciar la Basílica de San Pedro.
Este primer día también nos acercamos a la Piazza del Poppolo. En el centro de la
plaza se encuentra un obelisco egipcio de 24 metros dedicado a Ramsés II,
conocido como Obelisco Flaminio. También podemos ver o incluso entrar a la
Iglesia Santa Maria del Poppolo en la que están dos obras del pintor
Caravaggio.
Y ya para dar por concluido este primer día tan
ajetreado, visitamos la Fontana di Trevi,
una de las cosas que más me gustó. Tiene unas dimensiones de 20 metros de
anchura por 26 metros de altura y sus orígenes se remontan al año 19 a.C. El
nombre de Trevi deriva de Tre Vie ( tres vías) ya que la fuente era el punto de
encuentro de tres calles. Está siempre plagada de gente, así que una
recomendación ¡Cuidado con los bolsos, carteras y demás!
Antes de abandonar la zona de la Fontana, fuimos a
comernos un helado a la heladería
Giolitti, no os vayáis sin probarlos. Tiene sus inicios en el año 1890, es
muy famosa y a ella han acudido famosos de la talla de Barack Obama, Jhon
Travolta, Camerón Díaz, Antonio Banderas o Justin Timberlake.
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