De maleta en maleta: sala de la barca

Y llegamos a una de las partes que más me gustaron e impactaron: los Palacios Nazaríes, construidos en el siglo XIV. Eran sede de las funciones administrativas de la corte, protocolo, retiro y disfrute privado. A la entrada se encuentra el Mexuar, la sala más antigua y donde los grandes capiteles que la forman te hacen perder el sentido. Se utilizaba principalmente como Sala de Audiencia y Justicia para casos importantes. El Patio del Mexuar se encuentra a continuación y en él destacan los cuatro capiteles de su arco de entrada.

Seguimos con el Patio de los Arrayanes, una de las imágenes más conocidas de la Alhambra. Es rectangular, de grandes dimensiones y un estanque en el centro rodeado de arrayanes o mirtos. Desde un lado del patio se accede a la Sala de la Barca, cuyos muros presentan yeserías con el escudo nazarí y la palabra "Bendición", en árabe Baraca, y el lema de la dinastía "Sólo Dios es vencedor".

Al otro lado se divisa la Torre de Comares, destinada a Gobierno, a la que se accede a través de la Sala de la Barca. En ella se encuentra el Salón de Comares, la estancia más amplia y elevada de todo el palacio y donde se celebraban las audiencias privadas del sultán.

El Mexuar

Patio del Mexuar

Patio de los Arrayanes

Taca en la Sala de la Barca

Salón de Comares

A través de la Sala de los Mocárabes, llegamos al Patio de los Leones, uno de los más conocidos y considerado el centro del Palacio de los Leones, considerado de uso privado del sultán, su familia y si harén. Está formado por 124 columnas de mármol blanco de Macael, rodeado por cuatro salas (al oeste la de los Mocárabes, al este la de los Reyes, al norte la de Dos Hermanas, Ajimeces y Mirador de Daraxa y al sur la de los Abencerrajes y el Harén) desde las que salen cuatro arroyos que van a parar al centro: los cuatro ríos del paraíso. En este centro está la Fuente de los Leones, formada por 12 leones de mármol que hace alusión al poder que reside en el sultán. Probablemente representan los 12 tribus judías ya que proceden de la casa de visir judío Yusuf Ibn Nagrela, además dos ellos tienen un triángulo en la frente indicando las dos tribus elegidas: Judá y Leví.

Continuamos con la Sala de los Abencerrajes, alcoba del sultán. No posee ventanas al exterior por ser una estancia privada. Su cúpula está decorada con mocárabes y en el suelo hay una fuente que servía para reflejar la cúpula y conseguir dar una luz mágica que iba cambiando a lo largo del día.

Techo de la Sala de los Mocárabes

Patio de los Leones y Fuente de los Leones

Sala de los Abencerrajes

El lado oriental del patio está ocupado por la Sala de los Reyes. Se cree que estaba destinada a albergar las fiestas familiares. La bóveda del centro está llena de pinturas que representan a los 10 primeros reyes de Granada desde la fundación del reino. En el lado opuesto de la Sala de los Abencerrajes se sitúa la Sala de Dos Hermanas, por la que se sale del Patio de los Leones. Tiene un mirador y comunica directamente con los baños.

Seguimos con la Sala de los Ajimeces y el Mirador de Daraxa, que da al Jardín de Lindaraja, con fuente renacentista y taza de mármol árabe. Y para acabar: el Partal, que significa pórtico, donde se encuentran los restos de la residencia del Sultán Yusuf III.

Con la llegada de los Reyes Católicos al reino de Granada, algunos de los edificios que hasta entonces formaban la Alhambra, fueron demolidos y con el tiempo sobre ellos se construyeron nuevas edificaciones, como el Palacio de Carlos V. Realizado en 1527 como residencia del emperador Carlos, no se sabe si llego a habitar en él. Supone un gran contraste con la arquitectura del resto del recinto. Es de planta cuadrada con patio circular, rodeado por columnas dóricas en el primer piso y jónicas en el segundo.