barrio chino,
cioccolati italiani,
colonne si san lorenzo,
corso comò,
milan,
navigli,
panzarotti da luigi,
piazza del duomo,
teatro alla scala,
vittorio emanuele
Milano, Milano, quanto sei bella!
21.5.14
Como ya sabéis, Milán es una de mis ciudades
favoritas y para mi gusto, está infravalorada. ¿Cuántas veces habréis oído decir
que Milán es fea? ¿O que los milaneses son fríos?. La capital de Lombardía es
una ciudad para vivirla y todos aquellos que la viven acaban enamorándose de
ella.
Milán te ofrece grandes momentos, como el de quedarse
sentado en Piazza del Duomo a observar la gran belleza arquitectónica mientras
ves pasar todo tipo de personas, o dar una vuelta por las Galerías Vittorio
Emanuele II y respirar el lujo que transmite y no abandonarlas hasta haber
superado las largas colas que se forman para pisar los testículos al toro y
poder así volver a la capital de la moda. Y hago una pregunta, ¿si Milán es tan
fea como se rumorea, por qué se crean estas aglomeraciones de gente deseosas de
volver a pisar las calles milanesas?
Quizá este anhelo por regresar lo sienten sólo las
personas que se han molestado en dar una oportunidad a la urbe, aquellas que
han disfrutado de un helado de Cioccolati Italiani frente a la fachada del
Teatro alla Scala, aquellas que después de comer un panzerotti da Luini han
aprovechado para recrearse con el simple hecho de ver los escaparates del
Quadrilatero della Moda porque su bolsillo, al igual que el mío, no les
permitía más.
También esas personas que tras pasar por el imponente
Castello Sforzesco se han tumbado en Parco Sempione a descansar del vaivén de
gente que algunos días reina en Milán, pero que echándolo de menos se han
incorporado de nuevo y han decidido tomar un aperitivo por Corso Sempione divisando
el Arco della Pace bajo la luz de la luna.
No hay que olvidarse de las que se decantan por Corso
Como en vez de Sempione, ni de aquellas que prefieren un buen buffet de comida
china en el Barrio Chino y tampoco de esas que ya con el estómago lleno, copa
en mano y su traje de gala preparado se dan los últimos retoques para gozar de
la noche milanesa y como dirían los italianos “fare serata” en cualquiera de las
discotecas con las que cuenta Milán.
Cada día y cada noche son diferentes en esta ciudad
con diversidad de opciones y si piensas que Milán sólo es fiesta y lujo es
porque todavía no te has tomado unas cervezas rodeado de amigos en le Colonne
di San Lorenzo ni has dado un paseo por los canales de Navigli un último
domingo de mes, abarrotado de gente en busca de su prenda ideal en el Mercato
del Naviglio Grande. Por no hablar también del bohemio y artístico Barrio de
Brera, de aceras empedradas, calles estrechas e infinidad de restaurantes donde
poder degustar la gastronomía italiana.
Sólo si le has dado a Milán la oportunidad de
presentarse habrás podido vivir todo esto y estarás de acuerdo conmigo de lo
maravillosa que puede ser esta ciudad y si aún no lo has hecho, piensa que es
posible, que yo llegué con el mismo prejuicio y que los prejuicios no son
buenos e impiden muchas veces descubrir lo que hay detrás de ellos. Y no
olvides, cuanto te quieras dar cuenta habrás caído en la misma trampa que caí
yo y en ese momento será tarde, estarás enamorado de Milán.
1 comentarios
Cuanta razón manuela, no podías expresalo mejor...milano ti amo
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