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sábado
Marbella y Puerto Banús
17.3.14
Marbella es una de las ciudades más visitadas de la provincia
de Málaga, situada a 60 kilómetros de la capital. Nosotras cogimos un autobús
el pasado sábado y nos plantamos allí en menos que canta un gallo. Es
conveniente que miréis los autobuses, ya que hay algunos que tardan una hora
porque paran en todos los pueblos y otros que tardan 30 minutos. El precio por
viaje oscila entre los seis y los ocho euros. Aquí podéis encontrar el horario
correspondiente: Autobuses Portillo.
En la misma estación cogimos otro autobús para ir
hasta Puerto Banús, a 10 minutos de
distancia. Puerto Banús es un puerto deportivo de gran lujo, en el que se
pueden ver grandes yates, coches y boutiques de moda. Inaugurado en el año 1970
y diseñado por el arquitecto Noldi Schreck, que participó también en la
construcción de Beverly Hills, ha conseguido alcanzar una gran fama
internacional. Recibe este nombre por su principal promotor, José Banús.
No sólo comparte arquitecto con Los Ángeles, también
tienen en común el Boulevard de la Fama,
que fue construido en 1990 para homenajear a personajes que han promocionado la
ciudad. Entre las estrellas que hay en este paseo se pueden encontrar la de
Julio Iglesias, Montserrat Caballé o la
duquesa de Alba.
Calle con boutiques, como Dior
Los sábados, de nueve a dos, se celebra un mercadillo así que pasamos media mañana
allí. Me esperaba más de él, es un mercadillo como otro cualquiera. Los
artículos que se pueden encontrar van desde ropa interior y gafas de imitación
hasta alfombras y objetos de decoración. La otra parte de la mañana la pasamos
en la playa, donde nos dimos el primer baño del año.
Hacia las cuatro de la tarde cogimos el autobús de
vuelta a Marbella. Pasamos la Milla de
Oro, es decir, los cuatro kilómetros que separan a Marbella de Puerto Banús
y donde están ubicadas las residencias lujosas y los hoteles, hasta llegar al
centro de la ciudad. Una vez allí, nos perdimos entre las calles del Casco antiguo, que realmente merece la
pena ver. En esta parte se encuentra la muralla que se conserva tal y como era
desde el siglo XVI. Además de las callejuelas, otros de los atractivos son la Plaza de los Naranjos, corazón de la
ciudad, y la Iglesia de Santa María de
la Encarnación.
Restos de la muralla
Teníamos mucho hambre, por lo que paramos a repostar energías
en el Más que tapas, situado en el
paseo de la playa y con tapas que van desde el euro hasta los cuatro. ¡Barato y
rico! Después andamos hasta llegar al puerto de Marbella, no tan impresionante
como Puerto Banús pero lleno de bares donde poder disfrutar de una cerveza en
buena compañía. Nosotras preferimos sentarnos en las rocas y ver el atardecer
desde allí antes de volver a casa.
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