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Mijas
22.10.13
Hoy he ido a ver Mijas,
un municipio situado en la provincia de Málaga, a 30 kilómetros de la capital.
No es muy grande pero siempre está lleno de gente, sobre todo los meses de
verano. La mayoría de estas personas son extranjeros que, o bien han ido de visita,
o bien han decidido quedarse a vivir allí, ya que por todos es sabido la gran
atracción que sienten los extranjeros por la Costal del Sol.
Yo he ido en coche, por lo que os puedo recomendar
que lo aparquéis en la parte baja de la ciudad y vayáis subiendo para verlo
bien. Todas las casas son pequeñas y
blancas, con las macetas azules llenas de geranios ¡Una maravilla! Subiréis
numerosas cuestas hasta la Iglesia de
San Sebastián, cuya construcción corresponde a finales del siglo XVII y que
ha sido reformada en varias ocasiones.
Cerca de la iglesia se encuentra también el Ayuntamiento de Mijas. Y un poco más
adelante la Plaza de la Constitución, que
hay que pasar para llegar hasta la Plaza
de Toros, ésta está enclavada en una roca y si no ves el cartel que indica
que estás allí, podría pasar desapercibida ya que parece una casa. Fue
inaugurada el 8 de septiembre del año 1900.
Merece la pena llegar hasta el Mirador de la Virgen de la Peña, situado en los jardines de la Ermita y desde donde se puede ver Fuengirola, Las Lagunas
o incluso el Cerro del Moro, situado en la cadena montañosa de la Sierra de
Mijas. A escasos metros de los jardines de la Ermita se puede ver la Fortaleza, restos de una antigua
muralla, construida por los árabes que defendía Mijas de los enemigos.
Vais a encontrar muchas tiendas de souvenirs, bares y
restaurantes. Si queréis algún consejo sobre donde comer, está bien el Restaurante El Mirlo Blanco. Otra de
las peculiaridades de este municipio son los burro-taxis, cuyo precio va desde
los 10 hasta los 20 euros.
Y hemos acabado el día en Puerto Marina, Benalmádena. He tenido la impresión de estar de
vuelta a las vacaciones de verano, si no fuese porque estaba nublado y no había
tanta afluencia como en temporada estiva. Este puerto, lleno de yates, fue
inaugurado en el año 1979 con el nombre de Puerto Príncipe hasta que en 1982 se le puso el nombre que hoy en día
conserva. Su arquitectura es muy particular y cada edificio parece tener
atraques para los barcos de sus inquilinos.
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