Además de por el encanto que tienen los pueblos de
Colombia, y en especial, Salento,
uno de los motivos principales por los que que la gente decide alojarse en este
municipio es su cercanía con el Valle
del Cócora, ubicado al norte del mismo. Este valle de montaña, que forma
parte de cordillera Central de los Andes
colombianos y del Parque nacional de
los Nevados, es famoso por ser uno de los únicos lugares donde crece el árbol nacional del país: la palma de cera
del Quindío. Se trata de una especie protegida que puede llegar a alcanzar
los 60 metros de altura, de ahí que sea tan especial, y los 100 años de vida. Y
por si esto fuera poco, es el ecosistema ideal para una amplia variedad de
flora y fauna que desgraciadamente se encuentra en peligro de extinción, como
por ejemplo, el loro orejiamarillo, el tucán celeste o el oso de anteojos.
Para llegar a la entrada del parque desde Salento,
hay que ir a la plaza principal y tomar uno de los jeeps con destino Valle del Cócora (lo resalto porque hay otros que
van a las fincas cafeteras). El precio de ida y vuelta es de 8.000 pesos, poco
más de dos euros, y el trayecto dura aproximadamente media hora. Una vez allí
hay que pagar por el ingreso que va de los 3.000 pesos en adelante, dependiendo
de si se hace el recorrido entero o sólo una parte del mismo. Es imprescindible
llevar zapatos adecuados, si son botas
de montaña mejor que mejor, ya que hay muchas partes del recorrido que
están embarradas prácticamente todo el año. También es de gran importancia el
tener un impermeable a mano, al ser
un ambiente húmedo en el que la lluvia está presente casi a diario.
Lo mejor es iniciar la aventura a primera hora de la mañana, cuando dicen que hay mayores
posibilidades de encontrar el área despejada y por tanto, sin precipitaciones.
Pero la verdad es que nadie sabe a ciencia cierta cuando puede llover en este
bosque húmedo y nuboso, es una lotería! Nosotros tuvimos la suerte, o la
desgracia, de que hiciese un sol esplendido durante toda la mañana, y en
consecuencia las temperaturas fuesen bastante elevadas, algo que no ayuda con
la subida al valle.
La primera
parte de la travesía dura entre dos
y tres horas, dependiendo de la velocidad de cada uno y del tiempo que
decidáis pararos a tomar fotos o descansar. En este tramo, de subida, es donde
se ven las palmas de cera y la
inmensidad del valle. Después, el paisaje cambia completamente y comienza a
ser una zona selvática en la que hay
que pasar varios obstáculos, como
puentes colgantes o hechos con troncos de madera de gran inestabilidad. Se
puede hacer el recorrido entero, que son seis
horas, o llegar a lo alto del valle y darse la vuelta, sobre tres horas y
media. A elección del consumidor y de sus ganas de caminar!
Además de por el encanto que tienen los pueblos de Colombia, y en especial, Salento , uno de los motivos principales por los qu...