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Myanmar: visitando Hpa An, día 2
5.11.19
En el post anterior os hablaba de que los templos enclavados en cuevas son uno de
los principales atractivos en Hpa An, así que la mañana de nuestra segunda jornada la pasamos visitando
las cavidades de Kawgun y Yathaypyan,
ambas ubicadas al otro lado del río
Thanlyin, que divide al área de Hpa An. Todo este recorrido lo hicimos en
las motos que habíamos alquilado el
día anterior.
Para entrar en la primera hay que pagar 3.000 kyats, 1.75 euros. Se caracteriza
principalmente por sus paredes esculpidas de pequeños Buddhas y las decenas de
estatuas colocadas en distintas posiciones. Además, en este templo os
recomiendo subir a la pagoda situada en
el mismo recinto. Nosotros casi nos lo saltamos por las agujetas que teníamos,
a causa de la subida a la montaña Zwekabin, y cuando llegamos a la cumbre nos
quedamos boquiabiertos con las vistas, pensando que había merecido la pena.
Entrada a Kawgun
Subiendo a la pagoda cercana
La segunda, Yathaypan,
está muy próxima a la de Kawgun y para muchos es las más bonita de la zona
(además es de entrada gratuita). Lo que le hace ser tan impresionante es que en
el centro de la misma, hay un gran agujero por el que entra la luz natural
iluminando el templo y dándole un toque mágico. La visita os llevará entre 10 y
15 minutos y después podéis completarla cogiendo una de las barquitas que recorre las inmediaciones de
Yathaypan. Es un paseo menos turístico que el de la cueva de Sadan y por
tanto el precio es menor, 5.000 kyats
por barca, casi tres euros.
Si no os atrevéis a conducir scooters, el Galaxy Motel realiza excursiones a las cuevas por 7.000 kyats por persona y según me
comentaron están bastante bien organizadas. Yo suelo preferir ir por mi cuenta
para pasar el tiempo que quiero en cada lugar.
Entrada a Yathaypan
Vistas desde la cueva
Formaciones rocosas durante el paseo en barca
Mis amigos, David y Nick, terminaban su viaje por
Myanmar al día siguiente, por lo que tenían que tomar un autobús de vuelta a
Yangon. Por este motivo, volvimos al hostel, comimos de nuevo en el restaurante
Wadee, que ya os recomendé, y nos despedimos.
Y como dicen que las agujetas sólo se pasan con más
agujetas, convencí a un grupo de franceses que se hospedaban en la misma habitación
que yo, para ir a ver el atardecer a la
montaña Taung Wine, de 181 metros de altura. Unos mochileros que conocí la
noche anterior, me comentaron que la mejor manera de llegar era alquilando un tuktuk ya que el estado
de la carretera, esos días, era deplorable porque la estaban reconstruyendo.
Pagamos 25.000 kyats entre los
cuatro, 14 euros, por un servicio de ida y vuelta, más la hora que el conductor
nos tuvo que estar esperando.
La subida se nos hizo bastante pesada, no por la dificultad
sino porque la noche se nos echaba encima y estábamos preocupados por tener que
descender completamente a oscuras. Por esta razón, si podéis hacer la ruta
antes de que anochezca, mejor que mejor. Las vistas desde Taung Wine son muy
bonitas y además podréis conocer al monje ermitaño que vive en lo alto de la
montaña y que siempre suele salir a saludar a los visitantes.
Y eso fue todo lo que hice en Hpa An. Si tenéis alguna duda, no os lo penséis y escribidme!
Y eso fue todo lo que hice en Hpa An. Si tenéis alguna duda, no os lo penséis y escribidme!
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