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Myanmar: visitando Hpa An, día 1
3.11.19
Hpa An es un pueblo que atrapa. Yo le dediqué dos días y medio pero os podéis quedar
más tiempo fácilmente. La mejor forma para recorrerlo es alquilar una moto, ya que las atracciones turísticas están lejos y
además lo que destaca en esta villa son sus alrededores. Lil Hpa An hostel, donde me alojé, las alquila
por 8.000 kyats el día, casi cinco
euros. Si no os gusta conducir, podéis buscar más gente y hacer un grupo para alquilar un tuktuk con conductor.
Mi recomendación para la primera jornada por Hpa An es madrugar, coger la scooter e ir
hasta la montaña Zwekabin, el punto
más alto de la región con 722 metros de altura. Podéis hacer como yo y subir
hasta el monasterio de mismo nombre.
La ruta, por la que hay que abonar 4.000
kyats, dos euros y medio, viene a durar entre tres y cuatro horas, dependiendo de vuestra habilidad y las veces
que paréis a tomar fotografías. No olvidéis el agua, y las ganas, pues es
bastante cansado y el calor y el tamaño de las escaleras, sobre todo en la
subida, no ayudan. Yo tengo que dar las gracias a mis amigos David y Nick que
me estuvieron animando durante todo el trayecto.
Entre ellos y la cantidad de locales que subían y
bajaban cargando una cesta en la cabeza, saqué fuerzas de flaqueza para
conseguir llegar a la cima. Las vistas son muy bonitas, sobre todo en días
despejados. Hace unos años era posible dormir
en el monasterio, sin embargo, el año pasado un turista francés se suicidó,
tirándose al vacío, y decidieron prohibir
la pernoctación en Zwekabin. Esto es un dato a tener en cuenta ya que
conocí muchos turistas que decidían ir a la montaña al atardecer con el
objetivo de quedarse allí a pasar la noche, y al llegar se encontraban con la
sorpresa de que ya no era posible y tenían que hacer el camino de vuelta a
oscuras.
Otro factor a tener en consideración es, si decidís ir en tuktuk, lo mejor es
empezar la ruta por Lumbini Gardens, al otro lado de la montaña, y terminarla
bajando las escaleras que nosotros tuvimos que hacer tanto a la subida como a
la bajada por tener la scooter aparcada en ese lado.
Mount Zwekabin
Vistas del monasterio Kyaut Ka Latt
A la vuelta, nos volvimos a subir en la moto y
bordeamos toda la montaña para visitar Lumbini
Gardens, una campa llena de cientos
de estatuas de Buddha. No lleva más de cinco minutos recorrerla y está
incluida en la entrada de Zwekabin. Enfrente de la misma hay varios restaurantes de comida tailandesa, por
su cercanía al país vecino, repusimos fuerzas en uno de ellos y continuamos explorando
Hpa An.
El monasterio
Kyaut Ka Latt fue la siguiente parada. ¿Qué tiene de especial? Que está
localizado en una puntiaguda roca kárstica en medio de un lago artificial. Se puede
subir, excepto entre las doce y una del medio día, momento en el que los monjes
rezan. Las vistas son muy buenas y además es
gratuito, algo raro en Myanmar. Mientras camináis por el recinto, podréis
ver también el templo Chan Thar Gyi
Buddha.
Vistas de la montaña Zwekabin
Lumbini Gardens
Monasterio Kyaut Ka Latt
Templo Chan Thar Gyi Buddha
Vistas desde el monasterio
Llegar a la última parada de la jornada, el templo de la cueva de Sadan, nos llevo cuarenta minutos. Hpa An se
caracteriza por sus montañas, sus arrozales y por supuesto, sus cuevas.
Alcanzar la de Sadan está un poco complicado por el estado de la carretera,
pero los paisajes quitan el hipo. Normalmente hay que pagar para entrar, pero
al llegar sobre las cuatro de la tarde, nadie nos pidió el ticket por lo que
nos lo ahorramos. La cueva en sí no es
nada del otro mundo, está iluminada por unas luces de discoteca y como en su interior
hay murciélagos, el suelo está lleno de heces, algo que no resulta muy
agradable ya que hay que entrar descalzo.
La mejor parte está al final, a la salida, y
es que para volver al punto de partida está la opción de coger una barquita por 6.000 kyats. El
paseo es muy recomendable y para muchos, el motivo de la visita a esta cueva. Por
la hora que era, pudimos ver un maravilloso atardecer, sin embargo, os aconsejo
ir antes de que caiga el sol para evitar el camino de una hora de vuelta de
noche.
Entrada a Sadan Caves
A la salida de la cueva
Paseo en barquita
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