Además de Múnich, otra de las ciudades alemanas que
he visitado este año ha sido Berlín. Es la capital de la República Federal Alemana
con una población de más de 3,5 millones de habitantes. Es muy moderna ya que
durante la II Guerra Mundial quedó destrozada y por lo tanto la mayoría de sus
edificios son nuevos.
Como siempre, cogimos un vuelo barato con Ryanair y
buscamos hostales. Encontramos una
oferta en Hostelbookers, y pagamos sólo 8 euros por tres noches. El nombre del
hostal era Pangea People Hostel & Hotel,
muy moderno y bien ubicado, justo al lado de Alexanderplazt.
Para llegar desde al aeropuerto hasta el centro de la
ciudad, tuvimos que coger tren y metro ( es un poco lío el transporte) y el
precio es alto (2,30 euros el más sencillo). El metro nos dejó en Alexanderplazt, así que no tuvimos que
andar mucho para dejar las maletas.
Alexanderplazt, es una plaza considerada como el centro de Berlín. En
ella podemos encontrar el Reloj Mundial,
inaugurado el 30 de septiembre de 1969. Pesa 16 toneladas y tiene una
altura de 10 metros y en el se representan las 24 zonas horarias del mundo.
Otra de las cosas que os llamará la atención nada mas llegar a esta plaza es la
Torre de la Televisión, pero hablaré de ella más adelante.
Una vez habiendo dejado todo en el hostal, fuimos
andando hasta la Puerta de Brandemburgo,
una antigua puerta de entrada a Berlín y uno de los principales símbolos
tanto de la ciudad como de Alemania ( conviene verla tanto de día como de noche). Esta situada en el centro de la ciudad,
concretamente en Pariser Plazt. Fue
construida entre 1788 y 1791 por obra del arquitecto Carl Gotthard Langhans y
siguiendo el modelo de la puerta de acceso al Acrópolis de Atenas.
Esta puerta tiene mucha historia. Durante la II
Guerra Mundial fue casi completamente destruida y se tuvo que reconstruir. Otra
fecha importante es 1961, la
construcción del Muro de Berlín, la puerta quedo en tierra de nadie, sin acceso
de ninguna de las dos partes en las que quedo dividida la ciudad. Sólo los
guardias de frontera y los invitados especiales de la República Democrática
Alemana tenían acceso. En 1991 tras la reunificación, la puerta tuvo que ser
desmontada y restaurada.
Después fuimos a ver el Monumento al Holocausto, que está prácticamente al lado. Su construcción es moderna, entre los años
2003 y 2005, en memoria de los judíos asesinados en Europa durante el
Holocausto. Es una cuadrícula formada por 2.711 bloques de hormigón de
diferentes alturas. Es como un laberinto, entras por donde quieres y sales por
donde puedes. Las diferentes alturas de los bloques tienen la finalidad de
mostrar lo que sentían los judíos cuando se iban acercando al fin. Primero
agobio, incertidumbre no saber dónde te encuentras; después soledad y miedo.
Nuestra tercera parada del día fue el Parlamento Alemán. Es un edificio histórico, cuya construcción se
finalizó en el año 1894, con aspecto de templo clásico y coronado por una gran
cúpula moderna. Se puede entrar y subir
hasta la cúpula y merece muchísimo la pena. Es gratuito pero hay que reservar
con antelación, os pongo el link: https://visite.bundestag.de/BAPWeb/pages/createBookingRequest.jsf?lang=en . A la llegada os darán unos cascos e iréis oyendo la historia del Parlamento.
Cuando salimos ya se había hecho de noche, así que
dimos un paseo por los alrededores hasta llegar a la Columna de la Victoria, ubicada en el parque Tiergarten. La construcción de la columna se inició para
conmemorar la victoria de Prusia en alianza con el Imperio Austríaco contra
Dinamarca en la Guerra de los Ducados de 1864. Tiene 69 metros y se puede subir
a su mirador.
Antes de llegar a la Columna, encontramos unos
tanques que representan el Monumento
Conmemorativo Soviético, símbolo del máximo triunfo contra el fascismo
alemán. Detrás del monumento están enterrados 2.500 soldados del ejército rojo.
Y para finalizar el día y celebrar el cumple de mi
amiga Yasmin, le hicimos la sorpresa de ir a cenar al restaurante giratorio de
la Torre de la Televisión. Construida en el año 1969 para mostrar la
superioridad del comunismo frente al capitalismo, es la estructura más alta de
Alemania con 368 metros de altura y posee las mejores vistas de todo Berlín.
El precio de subida es de 12 euros y el del restaurante giratorio, no es elevado y es una gran experiencia. Si vais,
os recomiendo pedir la ensalada César, la mejor que he probado en mi vida! Y ya después de este día de turismo, nos
fuimos a descansar al hotel, pues todavía nos quedaban dos largos días por
delante.
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