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templo del diente
Kandy, capital de las montañas
21.1.18
La misma tarde que visité la playa de Mount Lavinia
tenía pensado dejar Colombo y poner rumbo a mi siguiente destino. Sin embargo,
el tifón, que parecía haber cesado, comenzó de nuevo con más fuerza que el día
anterior y tuve que quedarme una noche más en la capital de Sri Lanka. Como no
quería perder más tiempo, decidí madrugar y en compañía de Harsha, me dirigí a
la estación de trenes a primera hora de la mañana. Mi nuevo amigo srilankés iba
a pasar unos días a casa de sus familiares en la playa y yo preferí continuar
mi recorrido visitando el interior del país. Pensé que no nos volveríamos a
encontrar, como pasa muchas veces mientras viajas, sin embargo siempre hay
sorpresas y esta os la contaré más adelante, cuando llegue el momento.
Mi siguiente parada era Kandy, ‘la capital de las
montañas’, ‘la ciudad sagrada del budismo’y Patrimonio de la Humanidad. Para
llegar hasta allí se puede coger el autobús o el tren. En este caso, os
recomiendo tomar el tren ya que el trayecto es muy bonito de ver y el precio y duración (sobre tres horas) es
similar. Uno de los problemas que tiene el ferrocarril en Sri Lanka es que los
billetes suelen agotarse muy rápido por lo famosa que es la belleza de sus
recorridos, sobre todo el que va desde Kandy hasta Ella. Yo sin embargo apuré
hasta el último momento y por tanto cuando fui a comprar el billete sólo
quedaban asientos en tercera clase (muchas veces no quedan ni asientos y tienes
que ir sentado en el suelo).
En un primer momento, y a juzgar los trenes y
autobuses en los que he viajado por Tailandia o Filipinas, pensé “qué mala
suerte” pero al subirme vi que incluso era mejor que viajar en segunda o
primera, ya que en estos vagones pude hablar con locales y saber un poco más
del sitio al que me dirigía. Lo primero que hice nada más llegar fue ir al
hostal a dejar todas mis pertenecías antes de comenzar a visitar la ciudad. En
esta ocasión me hospedé en el mismo lugar que en Colombo: el hostal Clock Inn
Kandy. Los precios podéis consultarlos en su página web.
Estación de tren de Colombo
Vagones de tercera clase
De Colombo a Kandy
Habiéndome desprendido de todo mi equipaje, comencé a
callejear hasta llegar al lago. Este
embalse, uno de los puntos más bonitos de Kandy, fue construido en 1807 por el
rey Sri Vikrama Rajasinha. Sri Vikrama fue también quién levantó el famoso Templo del Diente (Sri Dalada
Maligawa), o mejor dicho el complejo arquitectónico de templos. Este lugar
atrae cada día a miles de budistas y extranjeros procedentes de diversas partes
del mundo. ¿La razón? En su interior está el
diente de Buda, concretamente el canino izquierdo. La reliquia llegó a
manos del príncipe Danta la princesa Hemamala, procedentes de la India.
Una vez al año, el diente abandona el templo para
pasear a lomos de un elefante y festejar así la Procesión del Diente de Buda.
El precio de entrada es 1.500 rupias, ocho euros, y según lo que dicen, merece
la pena por la belleza del interior del edificio, ya que el diente no se puede
ver al estar metido en un cofre. Yo decidí no visitarlo, cosa que a día de hoy
me pesa, porque el precio de entrada a los sitios turísticos en Sri Lanka muchas
veces es más alto de lo que debería ser y se aprovechan del turista. Además,
algunos de los viajeros que conocí que lo habían visitado no mostraron mucho
entusiasmo y por tanto decidí destinar ese dinero a otra atracción.
Calles de Kandy
Mujeres policía a la entrada del templo del Diente
Templo del Diente desde fuera
Las primera hora paseé por la orilla del lago, algo
que recomiendo hacer. Caminando conocí a un chico del lugar que me recomendó
subir al Buda Gigante de la montaña o
Bahiravokanda Vihara Buddha. La estatua se divisa desde casi cualquier
punto de la ciudad y aunque no tiene nada de especial las vistas que ofrece de
Kandy son bastante buenas. El precio de entrada es de 250 rupias, un euro y
medio. Este mismo joven me ofreció ir a ver el show de danzas típicas que tiene lugar cada tarde sobre las cinco.
Normalmente hay que pagar 1.500 rupias, ocho euros, ni una más ni una menos, ya
que siempre intentan timarte y hacer que lo compres lo más rápido posible. Yo no
tuve este problema porque Thanuka, que
así se llamaba, era amigo de los bailarines y me coló ¡menuda suerte!
Lago Kandy
Lagartos que se pueden encontrar en el lago
Buda Gigante
Vistas desde el Buda Gigante
Danzas típicas de Kandy
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