Al llegar a KualaLumpur me dispuse a buscar mi hostal, KLBack Home, un lugar pequeño pero acogedor próximo a muchos de los
atractivos de la capital malaya. Después del suplicio que me supuso el trayecto
desde el aeropuerto hasta el centro, no por el transporte si no por el caos que
reina en la ciudad, decidí descansar un rato para reponer energías y empezar
con el tour. La primera parada que hice fue en la plaza Merdeka o plaza de la Independencia. Lleva este nombre porque
fue aquí donde en 1957 se bajó la bandera de Reino Unido para levantar la de
Kuala Lumpur, convirtiéndose así en una urbe libre del dominio británico.
Hasta ese momento, los jardines de Merdeka eran utilizados
como campo de cricket por los integrantes del Royal Selangor Club, al que solo
podían entrar personas de raza blanca. Después de la primera izada de la
bandera de Kuala Lumpur, la plaza se volvió un lugar simbólico en el que se
celebra cada 31 de agosto el Día de la Independencia.
Justo enfrente de la plaza está el edificio del Sultán Abdul Samad, que
reinaba cuando se inició la construcción en 1894. Del diseño del edificio llama
principalmente la atención su estilo, fruto de las influencias africanas que
experimentó el arquitecto, A.C. Norman, durante el período que vivió en Eritrea
y en sus visitas a la India. La torre de 41 metros de altura, rematada con una
cúpula de cobre bajo la que hay un reloj, es el elemento principal. El objetivo
con el que se levanto el edificio fue el de albergar los tribunales superiores
del gobierno del país, que con el paso de los años se fueron trasladando a
otras espacios. En la actualidad, en el interior es donde se encuentran las
oficinas del Ministerio de Información, Comunicaciones y Cultura de Malasia.
Callejeando por KL
Plaza Merdeka
Royal Selangor Club
Bandera de KL
Edificio del Sultán Abdul Samad
Las torres Petronas y la torre KL al fondo
En las proximidades a la plaza hay dos museos que
cuentan con una gran popularidad: el museo
Nacional de los Tejidos, con prendas y accesorios de distintas épocas y de
varios estilos, como el contemporáneo o el usado por minorías étnicas de la
zona; y el Museo de la Música, con
una colección de instrumentos prehistóricos o de después del siglo XVI. La
entrada a ambos es gratuita.
Y en el punto en el que se junta el río Klang, que recorre Kuala Lumpur y parte del estado de
Selangor, con su afluente Gombak, es donde está ubicada la imponente mezquita Masjid Jamek. Se trata del
lugar de culto islámico más antiguo de la capital malaya, considerado como el
más importante desde 1909 hasta 1965, cuando se levantó la mezquita Masjid Negara. Cabe destacar que el 60,4% de los malayos
son musulmanes y por tanto estos edificios son muy importantes. La entrada a
Masjid Jamek es gratuita y el horario de visita es de 8:30 a 12:30 y de 14:30 a
16:30, todos los días menos el viernes, que se cierra a los practicantes. Recordad
ir con la vestimenta apropiada u os quedaréis con las ganas.
Museo Textil
Museo de la Música
Mezquita Masjed Jamed y río Klang
Entrada a la mezquita
Posteriormente, me acerqué al mercado Central, Patrimonio Nacional en funcionamiento desde 1888.
En él se pueden comprar desde souvenirs,
hasta piezas artesanales u obras de arte del país. Para ser sincera, no me
pareció nada del otro mundo, muchas de las cosas que vendían se pueden
encontrar prácticamente en cualquier otro sitio, sin embargo considero que es
algo que hay que visitar para poder juzgar. Al lado del mercado hay una calle
semicubierta, conocida como Kasturi Walk,
donde se puede aprovechar para comer algo típico o… comprar más souvenirs!
Pero la hermana mayor de Kasturi Walk es, sin duda, Petaling Street, o el Chinatown de Kuala Lumpur. Es otra vía, más grande y con más puestos, siempre abarrotada de locales (originarios de China, India y Bangladesh) y de turistas curiosos.
Kasturi Walk
Petaling Street
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