Kuta es el sitio más turístico de todo Bali, lo que ha
hecho que su fama no sea precisamente buena. Sus calles están siempre
abarrotadas de extranjeros, motos y balineses insistentes intentando vender souvenirs ¡no importa la hora que sea!
En mi opinión, es un lugar que hay que conocer, pero en el que no pasaría más
de dos días: tiempo suficiente para ver la zona, comprar recuerdos, salir de
fiesta y disfrutar de los restaurantes y clubs playeros.
Las arterias principales de Kuta son Jalan Legian, Poppies Lane 1 y Poppies Lane
2, el paraíso para los compradores compulsivos. Son calles llenas de
pequeñas tiendas con todo tipo de artículos, desde souvenirs hasta falsificaciones o productos artesanales. Os
cansaréis de ver objetos y prendas con el logotipo de la cerveza indonesia
Bingtang y os llamará la atención unos recuerdos con forma de pene (representan
a los placeres carnales) que hay en todos y cada uno de los puestos. Poneos
manos a la obra… y a regatear! Es increíble ver como bajan de precios altísimos
a cifras irrisorias.
Un consejo
que os doy: en todos estos locales hay carteles que indican que cambian divisas. Normalmente, el
cambio que dicen hacer suele ser el mejor, sin embargo timan al turista y se
quedan con parte de su dinero. Por tanto, no os arriesguéis y hacedlo en
puestos oficiales de conversión.
En cuanto al alojamiento, lo mejor es hospedarse en
alguna de las vías principales. Yo me quedé en un hostal muy nuevo llamado The Budget Door. Pagué 100.000 rupias,
7 euros, por un cuarto individual con baño privado. Está en un calleja cerca de
Poppies Lane 2 y apartado del bullicio que se forma por las noches debido a la
gran de cantidad de bares y discotecas que hay en esta parte de Kuta.
La más famosa de todas, por su gran tamaño y por haber
sido reconocida como el mejor club de Bali, es Skygarden. Tiene varios pisos y una azotea en la que pagando tan
sólo 99.000 rupias, 7 euros, se puede disfrutar cada día, de cinco a nueve de
la noche, de un buffet libre con comida muy variada y bebidas alcohólicas
incluidas. Si preferís entrar más tarde, podéis pagar 150.000 rupias, 10.50
euros, y tener barra libre de 9 a 11. Y si os gusta un ambiente más relajado,
no os preocupéis, hay bares donde tomar algo tranquilamente mientras conversas
con gente procedente de todas las partes del mundo.
La playa principal lleva el mismo nombre: Kuta beach. En ella es muy común ver a
turistas extranjeros aprendiendo a hacer surf y es que hay varias escuelas.
¡Hasta los socorristas se ofrecen a alquilarte su tabla de rescate para probar
suerte en el deporte más practicado en Bali! Y olvidaros de ir a esta playa
para relajaros, cada cinco minutos pasará un vendedor ambulante con pareos,
bebidas, pulseras u ofreciendo masajes, manicuras o pedicuras.
Lo que sí que podéis hacer es aprovechar para
recorrer el arenal y llegar hasta Seminyak,
donde se encuentra el restaurante
español La Plancha. Sabréis rápidamente cuál es por sus coloridos pufs y
banderines que invitan a sentarte y esperar hasta que caiga la tarde. Se come muy
bien y eso se ve reflejado en el precio, no es tan barato como otros sitios, la
comida española está muy cotizada en el Indonesia. ¡No me extraña!
Y por último, si estáis buscando algo más exclusivo, el Potato Head Beach Club, con un gran jardín y una infinity pool que da directamente a la playa, puede ser la solución. Es uno de los lugares a los que siempre acuden los famosos, de ahí que los precios sean tan altos. Lo bueno es que no hay que pagar para entrar y no es obligatorio consumir, así que como mochilera que soy, eso es lo que hice y lo que hace la mayoría de la gente que viaja en las mismas condiciones que yo!
Playa de Kuta
Restaurante La Plancha
Entrada a Potato Head Beach Club
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