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Ronda
24.10.13
Ronda es una ciudad que se encuentra al noroeste de la
provincia de Málaga, aproximadamente a 100 kilómetros de distancia. Es muy
bonita y por eso siempre está lleno de turistas provenientes de diversas partes
del mundo. Su gran atractivo es el lugar donde se encuentra: sobre una meseta
cortada por un profundo tajo excavado por el
río Guadalevín, al que asoma la ciudad.
Hoy he tenido el placer de conocer Ronda junto con mi
madre. Hemos ido desde Málaga con la compañía de autobuses Los Amarillos, cuyo coste por trayecto es de 10,54 euros. Ronda se
divide en tres partes: El mercadillo (zona
nueva), San Francisco y La ciudad (parte antigua).
La estación de autobuses se encuentra en la zona
nueva de la ciudad, donde se puede ver, entre otras cosas, la Iglesia de la Merced. Esta iglesia fue
construida en 1585 y en su interior se encuentra la mano incorrupta de Santa
Teresa de Jesús.
Si se sigue andando, se llega hasta la Plaza de Toros, propiedad de la Real
Maestranza de Caballería de Ronda, una de las plazas de toros más antiguas y
monumentales. Ronda es, además, una de las cunas de la tauromaquia moderna
surgida en el siglo XVIII. La construcción de la plaza fue terminada en el año
1785 con una corrida de toros en las que actuaron Pedro Romero y Pepe-Hillo.
Los Ordoñez fueron la segunda dinastía de toreros
rondeños, principalmente Cayetano Ordóñez y su hijo Antonio, por eso en el
exterior se pueden ver sus estatuas. Esta familia inauguró en el año 1954 las
famosas corridas goyescas, con motivo del II Centenario del nacimiento de Pedro
Romero. En la actualidad se sigue realizando, concretamente a principios del
mes de septiembre, coincidiendo con una de las ferias de Ronda. La duquesa de Alba es una de las asiduas a las corridas. La entrada para visitarla tiene un coste de
ocho euros con audioguía y 6,50 euros sin ella.
Chaquetilla de "Manolete", Manuel Rodríguez Sánchez
También en la zona del Mercadillo se encuentran la plaza del Socorro y la Iglesia del Socorro, destruida e incendiada en el año 1936. Por aquí hay muchos sitios para comer, fijaos en los precios ya que muchos son para turistas. Nosotras hemos ido a comer a “Ronda de Tapas”. ¡Por un euro la tapa puedes comer hasta reventar! Os recomiendo los tomates rellenos y el pastel de berenjenas.
La Alameda
del Tajo es otro de los sitios de
obligada visita. Es un paseo con árboles que lleva hasta la cornisa del tajo,
donde hay un gran mirador con vistas excepcionales. Andando hacia la zona vieja
llegaréis hasta el Puente Nuevo, símbolo
de la ciudad que fue construido entre los años 1759 y 1793. Une la zona nueva
con la zona vieja a través de una garganta de 100 metros de profundidad. Hay un
caminito de piedra habilitado para poder bajar y verlo mejor. La Puerta de
Almocábar o la Iglesia Mayor también son de gran interés. ¡ Callejead y
descubrid esta peculiar ciudad!
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