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Medellín, parte 1
17.9.18
Después de San Gil, y junto con algunos de los amigos
que hice en el hostel Macondo, pusimos rumbo a Medellín. Para ello cogimos un autobús sobre las seis y media de la
tarde hasta Bucaramanga, capital de la región de Santander, y desde allí hasta
la tierra de los paisas, como así se denomina a las personas nacidas en
Antioquía, cuya capital es Medellín. Fue el staff de Macondo el encargado de
cuadrarnos los dos viajes y sacar los billetes por 75.000 pesos por cabeza, 20
euros. De esta manera, pasamos toda la noche en el autobús llegando a la urbe
sobre las nueve de la mañana. Es una práctica muy habitual entre los
backpackers, o mochileros, para no perder tiempo y ahorrar noches de hostal.
Hay que tener en cuenta que Medellín tiene dos
terminales de autobús: la norte y la sur.
En este caso, terminamos el trayecto en la del norte y desde ahí cogimos
un Uber a la comuna de El Poblado (esta
ciudad se divide en comunas), donde suelen quedarse la gran mayoría de los
turistas extranjeros. Es una zona llena de hostales, cafeterías, restaurantes,
bares y discotecas con mucho ambiente tanto de día como de noche, momento en el
que los jóvenes suelen acercarse al Parque
Lleras. Nosotros nos alojamos en el Garden of Blues Hostel, que está muy bien, es tranquilo e incluye desayuno. Ideal
para el que quiera descansar y buscar la fiesta fuera, ya que muchos de los
hostales de El Poblado están dedicados al jolgorio y resulta difícil
dormir. A mi me encanta salir pero
también descansar, y más después del viaje desde San Gil.
Antes de comenzar con el tour por Medellín, deciros
que es una ciudad que merece muchísimo la pena, que os atrapará y hará que, si
vais con tiempo, os quedéis más días de lo planeado. Otra prueba más de lo
increíble que es Colombia y los colombianos, sobre todo, los paisas ¡El que
avisa no es traidor! Además es súper sencillo moverse gracias al metro, así que
lo mejor es que si vais a estar varias jornadas saquéis la Tarjeta Cívica, ahorrándoos algo de dinero por cada viaje.
Para conocer la capital paisa y saber más sobre su
historia me uní a un grupo y el guía nos fue llevando por los lugares más
emblemáticos del centro. Empezamos por la Estación
Ferrocarril de Antioquía, una antigua red ferroviaria de carga y de
pasajeros que sirvió para unir a la urbe con el río Magdalena y las provincias
de Caldas y Valle del Cauca. Cerca de la estación están ubicados algunos de los
edificios más importantes, como el de la Gobernación
de Antioquía, la alcaldía de Medellín y el Palacio de Justicia. En el
centro de los mismos se localiza el enorme
Monumento a la Raza, con 38 metros de altura. Su objetivo es el de
“representar la historia de los pueblos conquistados, su pasado y su religión”.
En la base de la escultura están enterradas las cenizas de su autor, el escultor
Rodrigo Arenas Betancur.
Estación Ferrocarril de Antioquía
Edificio de la Gobernación y Monumento a la Raza
La plaza
Cisneros, o Parque de las Luces,
está justo enfrente. Según nos contaba el guía se trata de uno de los mayores
ejemplos del cambio que ha dado Medellín. Antes era imposible caminar por allí
debido al deterioro de la zona y a la violencia que azotaba a la capital paisa.
En un proyecto por cambiar la imagen de la urbe se decidió levantar este bosque
de columnas luminosas de 24 metros de altura bajo el lema “Medellín es luz, un
poema urbano”. Además, se renovaron los edificios que rodean la plaza y se
crearon espacios de integración social como la Biblioteca EPM, cuyo objetivo es “contribuir al progreso de la
comunidad a partir del apoyo a la cultura, la educación y el conocimiento”.
Posteriormente, atravesamos una de las calles más
comerciales del centro, lleno de tiendas de todo tipo, y paramos en el Centro Comercial Palacio Nacional,
llamado así por ser el antiguo Palacio de Justicia de Medellín. Fue construido
en el siglo XX en estilo romántico y merece mucho la pena entrar, no
sólo por los más de 400 negocios que tiene, si no por su belleza. Todo este
área suele estar lleno de gente, tiene mucha vida y es curioso verlo, sobre
todo en compañía de un local. Pero no hay que olvidarse de tener cuidado con
las pertenencias y “no dar papaya” a que os roben.
Parque de las Luces
Centro Comercial Palacio Nacional
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