La última parada de mi viaje por Filipinas fue la
isla de Siargao. No estaba previsto
el despedirme del país filipino en este sitio, quería haber visitado otros
lugares antes de irme, sin embargo Siargao me atrapó con su belleza y su gente
local e incluso me hizo quedarme con ganas de más. Llegar hasta este
archipiélago, considerado como la capital del surf filipino, requiere tiempo o
dinero. La opción barata es tomar un ferry
nocturno desde Cebú City a Surigao
pagando 850 pesos filipinos, 16 euros. La embarcación suele salir cada día
sobre las seis de la tarde y llega
al día siguiente aproximadamente a las seis de la mañana. Es por ello que
dispone de literas para que los pasajeros puedan descansar durante el trayecto.
Desde Surigao es necesario coger otro barco (250
pesos, cinco euros) que tarda entre dos y tres horas hasta Dapa, al noroeste de Siargao. Si preferís ahorraros toda esta
aventura podéis comprar un billete de
avión directo desde Cebú o Manila con Cebú Pacific, pero los precios suelen ser bastante
elevados. La mayor parte de la vida social de Siargao se desarrolla en el área
conocido como General Luna. Aquí es
donde están todos los hostales, hoteles, restaurantes, pubs, así como los
mejores spots para surfear, tanto
para profesionales como para principiantes. De Dapa a General Luna hay media
hora y lo más común es contratar a un local que se encarga de llevarte en
triciclo (200 pesos, cuatro euros) o alquilar una moto directamente aquí y
devolverla el último día. El contar con una
moto es esencial para recorrer la isla, el coste dependerá del número de
días que se desee alquilar.
En cuanto al alojamiento,
hay diversas opciones, todo depende de cuanto dinero se quiera gastar. Si el
presupuesto es reducido Panglaom Hostel,
Smiling Pig, Hangouts o Dormitels, pueden ser la elección. Si se prefiere
lujo, Kermit Surf Resort, Buddha’s Surf
Resort o Bravo Beach Resort, cuyo dueño es español, serán en lugar
indicado. A la hora de llenar el estómago os recomiendo probar la comida
española del resort Bravo, la italiana en Kermit, los desayunos en
Pleasure Point, la pasta carbonara en el restaurante Dawis y las barbacoas en Mama’s Grill. Esto son sólo meras indicaciones, estoy segura de que
vosotros descubriréis nuevos lugares gastronómicos, así que si queréis
compartirlos… adelante!
Y antes de empezar con el tour por mi isla filipina
preferida, deciros que no hace falta ir a Boracay para experimentar la fiesta en este país. En Siargao siempre
hay algo que hacer al caer la tarde y todas y cada una de las noches son
distintas. Entre los “disco-pubs” más frecuentados por turistas y locales están
Rumbar, Jungle Disco o Harana, todo
dependerá del día de la semana.
El Cloud 9
Boardwalk fue el primer punto que visitamos. Se trata de una larga pasarela
en el mar donde se suele reunir la gente para observar las olas o pasar un rato
agradable al atardecer. En esta zona es habitual que se lleven acabo
competiciones de surf ya que aquí es donde se forma los famosos tubos de la ola ‘Cloud 9’. Nosotras no nos atrevimos
con ella pero decidimos iniciarnos en el deporte en la playa situada al lado de
la pasarela. Si queréis probar, preguntad a cualquiera de los locales que
rondan por ahí y ellos os dejarán tablas y os enseñarán técnicas y trucos para al menos, poneros en
pie. Los precios dependerán del instructor y de lo buenos que seáis regateando.
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