Justo al lado de Banff National Park, exactamente al
norte del mismo, está Jasper National
Park. Este parque quizá no sea tan conocido como el primero, sin embargo
tiene paisajes que en muchas ocasiones lo superan. Para llegar hay que conducir
aproximadamente dos horas, trayecto en el cual se van atravesando parte de las
Rocky Mountains por la carretera de los
Campos de Hielo (Icefields Parkway). Nosotras fuimos al comenzar el otoño,
por lo que casi todo estaba ya nevado. Además del encanto que tiene el ir conduciendo
por aquí, las paradas que se pueden hacer a lo largo del camino son
espectaculares.
La primera de ellas es el campo de hielo Columbia, considerado como uno de los mayores campos
de hielo y nieve por debajo del círculo polar ártico. Está compuesto por varios
glaciares, entre ellos el Castleguard, el Columbia, Dome, Stutfield y
Saskatchewan, pero el que se lleva el protagonismo es el glaciar de Athabasca, el más visitado de Norte América. Los tours
para explorarlo se organizan de abril a octubre, siendo posible coger un
autobús especial que te deja en pleno glaciar. No tuvimos la suerte de poder
hacer esto pero creo que es bastante recomendable.
Icefields Parkway
Glaciar de Athabasca
Restaurante abierto durante abril a octubre
Autobuses especiales para los tours
Otra de las paradas que hicimos fue en las cascadas de Tangle Creek, se pueden
divisar desde la carretera, y las de Sunwapta.
A estas últimas, cuyo agua procede del glaciar Athabasca, se accede a través de
una pasarela de 600 metros que va desde la calzada hasta el mirador. Antes de
llegar al siguiente punto, nos detuvimos también a observar el río Sunwapta y las montañas de
alrededor. Y si en Banff la cosa va de lagos, en Jasper son las cascadas las
que se llevan gran parte de la atención. Las que más me gustaron y quizá mi
lugar favorito de este parque nacional fueron las Athabasca Falls.
Tienen 23 metros de altura y una fuerza muy alta
debido a la cantidad de agua que llevan, que erosiona la superficie cercana
dejando una forma muy peculiar. Dimos un paseo hasta llegar a la parte baja,
donde se ven las aguas turquesas del río
Athabasca y se aprecia mejor la erosión de las rocas. Y antes de llegar al
pueblo de Jasper, un local nos aconsejó que nos acercásemos al lago Horseshoes, algo que los turistas
no suelen visitar al desconocer su existencia. Si queréis un lugar tranquilo
donde relajaros un rato, este puede ser en sitio indicado!
Tangle Creek Falls
Camino hacia Sunwapta Falls
Sunwapta Falls
Sunwapta River
Athabasca Falls
Athabasca River
Lago Horseshoes
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