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Inglaterra: Londres Parte 1

26.2.14


Para ir hasta Londres cogimos un tren desde Colchester, que como ya os dije, está a 90 kilómetros de la capital de Inglaterra. El tren nos dejó en la estación de Liverpool Street y desde allí lo que hicimos fue coger un metro hasta Waterloo, donde teníamos el hotel. Lo mejor para moverse por Londres es, o bien coger el ticket diario de metro (vale 9 libras y puedes hacer tantos viajes como quieras) o comprar la tarjeta recargable Oyster (te hacen dejar una fianza de cinco pounds que te devuelven cuando entregues la tarjeta de vuelta).

Nuestro hotel se llamaba Lambeth Guest House. Una casa grande en la que cada habitación es un dormitorio con derecho a cocina y baño compartido. Está muy bien y su ubicación no podría ser mejor, a cinco minutos andando del London Eye, el Big Ben, el Palacio de Westminster y la Abadía. Los dueños son muy amables y con buena disposición para ayudar en lo que sea necesario.

Nada más dejar las maletas pusimos rumbo a la zona de Westminster. Lo primero que vimos fue el Big Ben, uno de los principales símbolos de la ciudad. La torre fue construida en el 1858 y tiene 106 metros de altura. El reloj de la torre, de siete metros de diámetro,  fue puesto en marcha por primera vez en mayo de 1859 y está considerado como uno de los relojes más fiables. Aunque la mayoría de la gente se refiere a la torre cuando hablan del Big Ben, lo cierto es que este es realmente una campana que se encuentra en el interior de la torre.

La torre del Big Ben está situada en el Palacio de Westminster o Casas del Parlamento. Antiguamente y hasta el siglo XVI, sirvió como residencia real pero ahora su uso está destinado a la reunión de las dos cámaras del Parlamento de Reino Unido (la de los Lores y la de los Comunes). Se puede entrar a verlo los sábados y durante los meses de verano. La entrada se compra en el mismo día y tiene un precio de 16,50 libras los adultos y 14 los estudiantes.




Vistas diurnas del Támesis (lado del Big Ben)

A escasos metros del palacio está la Abadía de Westminster, una iglesia gótica anglicana del tamaño de una catedral. Es el templo más famoso y antiguo de Londres (consagrado en el año 1065 para dar cobijo a los monjes benedictinos) y lugar tradicional para las coronaciones y entierros de los monarcas ingleses y británicos. Está abierta al público todos los días menos los domingos y el precio es de 18 pounds para los adultos y 15 para estudiantes y mayores de 60 años.

Otra de las cosas que llama la atención en Westminster es el London Eye. Es una noria de 135 metros de altura que se construyó en el año 2000. Subí hace unos años y merece la pena realmente ya que las vistas que se obtienen desde las alturas son increíbles. El lado negativo es la gran cola que hay que hacer para comprar los tickets. El precio es de 19 libras para adultos y 12,50 para niños de 4 a 15 años.

 Abadía  de Westminster



Posteriormente, abandonamos Westminster para desplazarnos hasta el Palacio de Buckingham. Tuvimos que atravesar el parque de St James, el más antiguo de los parques reales de la ciudad para llegar a la residencia oficial de la Familia Real Británica. Este palacio fue construido en el año 1703 para el duque de Buckingham y la entrada a él está muy restringida (sólo ocho semanas al año). Sin embargo merece la pena verlo y más si tienes la suerte de poder presenciar el Cambio de Guardia.

 St James Park



 Palacio de Buckingham


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