demaletaenmaleta,
etapa,
manuela arroyo,
rápido,
tiempo
¡ Hay que ver lo rápido que pasa el tiempo!
30.8.13
Hoy, como de costumbre me he echado la típica siesta
de después de comer. Sí, esa en la que al contrario que por la noche, tu cabeza
deja vía libre al sueño y cuando te quieres dar cuenta estás ya en otra
dimensión, mejor dicho en el quinto sueño. Esa siesta de la que te sueles
levantar con un mal sabor de boca, que siempre te parece corta por dos horas
que dure y que ni siquiera tienes una mínima idea del sueño que has tenido.
Hoy ha sido distinto. Mi cabeza se ha despertado con
ganas de darle vuelta a todas y cada una de las cosas que en estos momentos me
rodean, me suceden y vale, lo reconozco, me preocupan. Desde hace meses o igual incluso años
una de estas cosas se resume en una
palabra llamada : TIEMPO. Y no el tiempo
meteorológico que muchas veces nos trae más de un quebradero de cabeza. Si no
en el tiempo vital.
El tiempo vital es ese que día a día parece no
arrancar, parece que está estancado esperando a que alguna fuerza divina decida
ponerlo de una vez en marcha, ese tiempo que nos pesa a las espaldas. Pero como
si de una moneda se tratase, este tiempo tiene dos caras. La segunda cara de la moneda es la que siempre
tarda en salir pero que cuando sale, sale, con ganas y nos deja ensimismados y
pensativos durante algunos minutos.
Sé que nos pasa a todos, que debe ser la edad, que cada año que pasa nos damos cuenta de la
velocidad que ese tiempo que parecía no arrancar, ha cogido y que a veces
incluso nos parece que va por libre, que no es nuestro tiempo y no pertenece a
nosotros. Es un tiempo que se apodera de nuestra persona y decide cuando poner
punto y final a una etapa y cuando abrir otra nueva.
Esto nos mosquea, ¿por qué 60 segundos, 60 minutos,
24 horas, 12 meses, o 365 días tienen que elegir por nosotros? Entonces es
cuando nos damos cuenta de que si el tiempo vital no decidiese nunca poner
puntos finales nosotros no seríamos capaces. Que lo bueno dura poco y que lo
mucho cansa. Que de cada cosa nos
llevamos una lección y que la siguiente siempre está al otro lado del punto,
que al fin y al cabo no es tan final, que al fin y al cabo es más punto y coma.
Hace dos meses acabó una de las mejores etapas de mi
vida y me reitero, mi año en Milán. Hoy ha acabado una buenísima experiencia
que han sido mis dos meses de prácticas en Onda Cero, en la que he aprendido
mucho con la ayuda de todo su equipo. Hoy ha acabado mi verano y hoy empieza
otra nueva etapa cargada de ilusión, ganas y como no, incertidumbre.
0 comentarios