Las islas
Filipinas, situadas en el océano Pacífico, son uno de los destinos que cada
vez está más de moda entre los jóvenes mochileros. Este conjunto de
archipiélagos, que en su día estuvieron bajo el dominio español, ofrecen
infinidad de paisajes y actividades diversas a todo aquel que decide
visitarlas. Además, de ellas cabe destacar la bondad y alegría de su gente,
incluso muchos se atreven a llamar a Filipinas ‘el país de las sonrisas’, arrebatando a Tailandia el título que una vez
se le dio. Otro de los lemas que define al país asiático es ‘It’s more fun in the Philippines’ (‘Es
más divertido en Filipinas’), y nada más lejos de la realidad.
Vuelos:
Como siempre, los vuelos dependerán del punto de
partida del interesado. Desde España es posible encontrar billetes a buen
precio, eso sí, hay que estar dispuesto a viajar con compañías low cost, haciendo varias escalas y por
tanto, tardando más en llegar al destino final. Si por el contrario se viaja
desde algún país de Asia u Oceanía, siempre se puede contar con las aerolíneas
AirAsia, Jetstar, Tiger Air o la filipina Cebu Pacific, todas ellas al alcance
del bolsillo de cualquiera.
Visados:
Los ciudadanos españoles no necesitamos visado para
entrar en Filipinas, siempre y cuando la estancia vaya a ser menor a 30 días.
Si no eres español y quieres comprobar si necesitas permiso de ingreso en el
país, puedes chequearlo en esta lista.
Pero estas islas son capaces de enamorar a cualquiera
y 30 días no son suficientes para recorrer sus rincones. Si deseas extender tu
estancia deberás visitar las oficinas de inmigración, ubicadas en las
principales ciudades, presentar tu pasaporte junto con el formulario
debidamente cumplimentado, y abonar la cantidad de 3.030 pesos, 60 euros
aproximadamente. Esto te permitirá estar 29 días más. La segunda ampliación de
visa, que es de dos meses, cuesta más del doble, 7.300 pesos, 140 euros.
Un consejo, las oficinas en las grandes ciudades
suelen estar hasta arriba de gente y el tiempo de espera es mayor. Si se tiene
la oportunidad es mejor realizar los trámites en urbes más pequeñas, como puede
ser Surigao o Kalibo.
Llegada a Filipinas y traslado desde el aeropuerto
La mayoría de la gente llega a Manila, la capital, o a Cebú,
en la región de las Visayas. Los controles de inmigración no suelen llevar
mucho tiempo ya que, por lo general, lo único que te suelen preguntar es si
tienes un vuelo de salida y en ocasiones pueden pedir que lo muestres.
Los aeropuertos no están lejos del centro pero el
tráfico en ambas es horrible por lo que se tarda bastante.
El transporte público puede resultar agobiante para un recién llegado por lo que lo mejor es coger un taxi, siempre pidiendo que pongan el taxímetro y controlando la ruta con el GPS del móvil (por si se desvían del camino para hacer más kilómetros), o descargarse la aplicación de Grab, el Uber asiático, con la que te regalan el primer viaje. Uber también funciona bastante bien en estas dos ciudades así que puede ser otra opción.
El transporte público puede resultar agobiante para un recién llegado por lo que lo mejor es coger un taxi, siempre pidiendo que pongan el taxímetro y controlando la ruta con el GPS del móvil (por si se desvían del camino para hacer más kilómetros), o descargarse la aplicación de Grab, el Uber asiático, con la que te regalan el primer viaje. Uber también funciona bastante bien en estas dos ciudades así que puede ser otra opción.
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