A 130 kilómetros al norte de Brisbane se encuentra Noosa, un paraíso subtropical con
playas de película y tiendas lujosas que le hacen parecerse a Puerto Banús. No
es muy grande así que se puede visitar en un día, lo esencial es pasear por la
playa principal e incluso ojear los negocios que posee para posteriormente
dirigirse al Parque Nacional de Noosa,
donde vivió el grupo aborigen Gubbi Gubbi.
Main beach
Este parque, de 22,80 kilómetros cuadrados, fue
creado en 1939 y cuenta con una gran fama en el sector turístico australiano. Se
puede ver de distintas maneras ya que ofrece la posibilidad de hacer diferentes
rutas. La más bonita es la de la costa, a través de la cual se recorren
numerosas calas, como por ejemplo la de Tea
Tree Bay, o Granite Bay, todas
ellas repletas de surfistas.
Conviene estar atento según se va andando, en Noosa
viven, en libertad, muchas especies animales, como por ejemplo el koala, uno de los símbolos del país. Si
tenéis suerte y veis uno podéis evitaros pagar la entrada a cualquier santuario
de koalas, como por ejemplo el de Currumbin, en Gold Coast. Eso sí, no podrás
cogerlo o tocarlo porque puede resultar peligroso.
Otro de los atractivos que presenta este sendero es
el Dolphin Point, llamado así porque
desde él se pueden divisar los delfines que se acercan a la costa. En total, el
Coastal Walk mide 5,4 kilómetros, por lo que se tarda de dos a tres horas en
recorrer desde el centro de la ciudad hasta Sunshine beach. Sin embargo, si preferís realizar sólo una parte
del recorrido os recomiendo que lleguéis hasta Hell’s Gate, desde donde se divisa Alexandría Bay, una de las playas nudistas por excelencia.
Tea Tree Bay
Granite Bay
Alexandria Bay
Ya de vuelta al centro, os aconsejo que vayáis a
comer a Betty’s Burguers. Las hamburguesas
está muy buenas y además el precio es barato, sobre todo si se compara con el de
otros lugares de la zona.
A 130 kilómetros al norte de Brisbane se encuentra Noosa , un paraíso subtropical con playas de película y tiendas lujosas que le hacen pa...