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Minas de sal de Wieliczka, Polonia
8.1.15
Otro de los lugares con especial interés en Cracovia
son las minas de sal de Wieliczka, declaradas
Patrimonio de la Humanidad en 1978 y con más de 800.000 visitantes por año. Este
tour está organizado de igual manera que el de Auschwitz-Birkenau: tiene un
coste de 25 euros que incluye el traslado ida y vuelta desde el centro de la
ciudad y la entrada a las minas con guía (es conveniente que miréis cuándo lo
hay en español). Se encuentran a escasos 20 minutos de Cracovia y os recomiendo
que vayáis al mediodía, para no perder horas de luz, ya que en Polonia anochece
mucho antes que en España. Tiene una duración de tres horas, con dos o tres
paradas para descansar.
Las minas de sal de Wieliczka, conocidas como ‘la catedral subterránea de la sal en
Polonia’, llevan siendo explotadas desde el siglo XIII, lo que les hace ser
una de las más antiguas del mundo. En la actualidad, su sal se sigue comercializando,
sobre todo para usos alimenticios. Tienen 327 metros de profundidad y 300
kilómetros de longitud, de los cuales 3,5 están abiertos a los visitantes. A lo
largo de estos tres kilómetros se pueden ver grandes cámaras, capillas e
incluso una gran variedad de figuras esculpidas en sal. Además, la guía explica,
de forma muy real, cómo trabajaban los mineros antiguamente.
Edificio exterior de las minas de sal
Bajada
Primera sala en el descenso
Galería
Visitantes ejerciendo de mineros
En la primera parte de la visita destacan la figura de Nicolás Copérnico, tallada
por los mineros en sus ratos libres, en memoria del científico que
supuestamente visitó las minas en 1493; la
estatua del Rey Casimiro el Grande, que fue quien mandó registrar los
fueros consuetudinarios de los mineros, regular el comercio de la sal y dar así
una serie de privilegios a estos trabajadores; y la Cámara Janowice, en la que se puede ver una serie de personajes
esculpidos representando la leyenda del anillo de Santa Kinga de Polonia,
patrona de la mina.
Esta leyenda cuenta que Kinga, hija del rey de
Hungría y prometida con el príncipe de Cracovia, recibió como regalo las minas
de sal de Marmorosz. En el pozo de las mismas tiró su anillo de compromiso y
posteriormente, tras haberse casado, llegó a Polonia y pidió que se excavase
otro pozo. Durante la excavación se encontró un bloque de sal y en su interior
el anillo de compromiso. En consecuencia, las minas de sal de Wieliczka se
establecieron en ese punto y desde ese momento nunca faltó sal al país.
En su honor, se construyó la capilla Santa Kinga, la más importante e impresionante de todas las
galerías. Tiene 54 metros de largo, 17 de ancho y 11 metros de altura que la
convierten en la capilla bajo tierra más grande del mundo. Llama particularmente la atención sus grandes
lámparas de sal y sus frisos, entre los que se encuentra una reproducción de ‘La
última cena’ de Leonardo Da Vinci. Hoy en día, es utilizada para celebrar
ceremonias, como por ejemplo bodas. Los asistentes a ellas pueden hacer uso de
un ascensor que desciende directamente desde la entrada, sin necesidad de bajar
la gran cantidad de escaleras o recorrer los inmensos pasillos.
Sal
Figura de Copérnico
Representación de la leyenda de Santa Kinga
Rey Casimiro el Grande
Bajada hacia otra cámara
La discoteca de los enanitos
Capilla Santa Kinga
Retablos en las paredes de la capilla
La última cena
Tras una pausa de unos 10 minutos, que nosotros
aprovechamos para tomar fotografías, se visita el lago de la Cámara Baracz, donde después de la explicación de la
guía reproducen música clásica. El ambiente y la compañía de la melodía te hacen
sentir una gran tranquilidad. La siguiente cavidad es la Cámara Michalowice, la segunda que más nos atrajo por sus grandes
vigas de soporte que parece imposible que sigan en pie con el paso de los años.
Por último, el tour acaba con la bajada a la Cámara Pilsudski, a más de cien metros
de profundidad y por donde hace años se podía navegar en pequeñas barquitas; la
visita a otra de sus capillas y el descanso en la tienda de souvenirs o en la
cafetería. Pasados 15 minutos, te suben en un minúsculo ascensor hasta el
exterior de las minas. ¡No os lo perdáis! ¡Merecen la pena!
Lago de la Cámara Baracz
Cámara Michalowice
Cámara Pilsudski
Interior de la tienda
Galería
Otra de las capillas
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